28.7.09
96
fueron noventa y cinco noches
que me despertaba
a las cuatro y dos de la mañana
sobresaltado
por el mismo sueño
sólo que iba variando una escena:
noventa y cinco camas distintas
posiciones distintas
amantes distintas
y siempre el mismo sueño
hoy, noche noventa y seis
decidí jugarle una trampa
a mi inconciente
cerré los ojos
recordé el sueño
idéntico
y le cambié una escena
así él iba a pensar que estaba soñando.
me levanté sobresaltado, una y otra vez.
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